Un universo suspendido, pero seguro
En la obra plástica de Sergio Chávez Bonora el costumbrismo es un amago. Lezama hace decir a uno de sus personajes, Fronesis, que la obra del Aduanero Rousseau nace de un encantamiento. Una especie de mundo encantado engrana lo mítico y la penuria de la época presente de una manera anacrónica. Es ese el desfasaje que da a lo naif su sabor primitivo.